CARTA ABIERTA A JOSÉ BONO

por Eduardo Tamayo Barrena
Estimado ex compañero Pepe:
Te escribo en tu condición de ex compañero no al Ministro, pues de esta forma el trato como que es más informal y llevadero, aunque tratar contigo siempre fue complicado Pepe, ya que el poder tiene la habilidad de poner distancias entre las persona humildes, y tu ya desde jovencito tuviste mucho poder. Aprendiste muy pronto las artes de la política, que no son más que la del engaño al contrario o si es de los propios al que te pueda hacer cualquier tipo de sombra.
Pepe, tu fuiste alumno aventajado de ese viejo profesor que creyéndoselo o no puso en práctica lo que tantos años había enseñado a sus inocentes aprendices universitarios, y ejerció la política en los últimos años de su vida, y el poder acabó con él, seguramente consciente de haber vendido su alma al diablo (por aquel entonces no se llamaba Zapatero).
Pepe, tu fuiste coronado virrey de un ancho territorio castellano y manchego, por mor de la democracia, el partido y los votos, aunque no todos fuesen de los caladeros de la izquierda. Saboreaste el hidromiel del poder absoluto, y cual Sr. Feudal tuviste, incluso, la ocurrencia de retar en armas al caballero catalán Borrell, amparado por el entonces Rey socialista. El resultado del lance quedó en tablas.
Pero Pepe tu has sido agredido en aquella manifestación, en tu ego. Eso si que es una agresión, ¿cómo pueden los del P.P. aplaudir a Rosa Diez y a ti no?. Humildad Pepe, humildad.
Pepe, tu fuiste candidato a la Secretaría General del P.S.O.E. en el 35º Congreso Federal del Partido. Perdiste. En los preparativos de ese Congreso quisiste comprar voluntades de Delegados de Madrid, de los de Balbas y no se dejaron, te acuerdas, acompañado de tu escudero Lissavezky y con carta de recomendación de Leguina y en menor medida del alcalde del sur, Castro. De nada te sirvieron tus credenciales, olian a traición política. No pudiste trastocar la voluntad de un Balbás, el que os hacia gracia. Recuerdo que dijiste: a mí me gusta contar las ovejitas (delegados) antes de la votación. Que gran demócrata.
Te ganó aquel Zapatero, no porque fuera mejor, tenía mejor equipo y por aquel entonces no estaba atolondrado por la drogar del poder. Tu ibas al Congreso de Traje caro, inmaculado, con tus vasallos institucionales guardando tu persona. El marchaba en vaqueros, rodeado de aspirantes, y daba pena.
Pensaste que la votación estaba ganada, todo a tu favor. El Presidente de la Comisión de Escrutinio gritaba en silencio : Viva Bono. Los curritos de las mesas de votación bien elegidos, previo casting, gritaban: viva bono, incluso el mobiliario de aquella sala de votación gritaba lo mismo. Pero.... no se habia podido controlar a una pareja de interventores, la de Rosa (la vasca) y a un tal Tamayo. Perdición, ese Tamayo es el ogro de la F.S.M., insobornable. Vota en solitario en contra del resto de la Ejecutiva de Madrid, tiene criterio, no entiende esto de la política, piensa que estamos aquí para defender los principios sagrados del socialismo. Es un problema.
Pepe perdiste por un escaso numero de votos, puede que fueran más, yo no los quise discutir con tu domesticado personal, al fin y al cabo, por más o por menos perdías. Supongo que conservas ese Acta de Escrutinio, en ella está mi firma: Eduardo Tamayo.
Cuanto dolor se agrupa en mi constado, que por doler me duele hasta el aliento.... debiste sentir lo mismo. Un provinciano que se había dedicado a hacer el trabajo ingrato, de negro, a los Rubalcabas del Congreso se convertía en Jefe de todo esto. Cólera contenida y abrazo público, juramento de venganza eterna. Destronado el Virrey. Ridículo absoluto.
Pepe, tu jugaste la partida de haber cuanto dura este de León, y desde tu territorio invitabas a unos y a otros, puede que hasta, por la cercanía se desplazase Simancas (siempre acompañada de su fiel escudera Ruth). Debian ser interesantes las tácticas y las estrategias diseñadas al calor de un amplio despacho pagado por el pueblo. Que dientes no se le pondrían a Simancas.
Pepe, a decir las cosas claras no te ha ganado nadie en el Partido, excepto el bellotari, que habla más claro y se confunde más, pero no le importa, rectifica en vez de confesarse y le vale igual. Te decía que tu has dicho las cosas claras, y con aquello del 10 de junio de la Asamblea de Madrid, hablaste de traición, contenido del término que bien conoces, y hablaste de despojos humanos refiriéndote a dos Diputados Autonómicos. Que claridad Pepe, que bien te quedó, supongo que el Jefe te felicitaría, y tu sequito mucho más. Que gran aportación a la política, calumniar a dos Diputados elegidos por el pueblo que estaban, con la Constitución en la mano, en su derecho de tomar las decisiones que considerasen correctas: votar, no votar, asistir, no asistir, votar si, votar no ... etc. Pero tu, el gran demócrata, saltándote las leyes presentes y futuras decidiste tomarte la justicia por tu mano y sentenciaste :despojos humanos. Grandes méritos hay que hacer para alcanzar el favor del Jefe. Tu siempre fuiste meritorio, pero este exceso no era necesario, nadie te lo podía exigir. Pero tu, es mejor que sobre a que falte. No sólo era celo de buen socialista peloteando al Jefe, era el cumplimiento de ese juramento de venganza eterna a los Renovadores de la Base (RB). No te movieron sentimientos de solidaridad con el partido, con los compañeros, con el pobre Simancas. Te movió el odio. Mal consejero.
Pepe hace tiempo que no te sigo, ahora ya no tengo que combatirte (como compañero de partido), ahora solo tengo que aguantarte institucionalmente. Esto lo llevo mejor porque para mi es más distante, aunque hice el servicio militar y tengo mi idea de todo esto. Cuando te veo en la televisión cambio de canal, me gusta perder el tiempo libre en cosas interesantes, incluso no interesantes, pero no en las que tu sueles decir. Desde el sábado pasado estás en todas partes, televisiones, radios, prensa escrita, digital, comentarios de taxistas... etc, eres como Trinidad, que puedes estar en muchos sitios a la vez. Y cual es tu gracia para haber conseguido tal audiencia, ¿una agresión?. Lo siento. Lo siento si hubiera sido una agresión física, pero parece que no, ya veremos esa. Pero Pepe tu has sido agredido en aquella manifestación, en tu ego. Eso si que es una agresión, ¿cómo pueden los del P.P. aplaudir a Rosa Diez y a ti no?. Humildad Pepe, humildad.
Madrid, 27 de Enero de 2005
Fdo: Eduardo Tamayo Barrena
Abogado.
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LIC. JOSE ALFREDO DAVILA CONTRERAS -